Las mascotas o animales domésticos, son una parte importante en el desarrollo del niño, los que tienen mascotas aprenden desde pequeñitos la responsabilidad de cuidar, respetar y entregar cariño a los animales.
Es común que los más pequeños de la casa pidan insistentemente una animalito en casa. Los padres que aceptan traer una mascota, deben hacerlo con mucha responsabilidad y tomar en cuenta que será un integrante más en la familia, el que requiere muchos cuidados por parte de los adultos ya que el niño solo le entregará cariño.
Es importante elegir una mascota que se adapte al estilo familiar y a las condiciones del hogar, la mascota vivirá en un departamento o casa. En cada caso la convivencia con la mascota será diferente.
Por lo general los niños piden como mascota a un perros, un gato, hámster, tortugas y peces. Es importante que el niño tenga claro que no son un juguete, que si lo maltratan los puede morder o rasguñar, explicarles que es un ser vivo muy delicado.
Antes de llevar una mascota a casa debes considerar:
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Que nuestra mascota depende de nosotros, tal como lo hace un hijo, por lo tanto su comida nunca debe faltar, tampoco sus controles al veterinario para tener las vacunas al día, (sacarlo a pasear a lo menos dos veces por semana si es un perrito, para que no se estrese), tener una casita o cama adecuada para que duerma cómodo.
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Las mascotas necesitan sentirse parte de la familia, tal como ellos en la vida silvestre pertenecerían a una manada, sentirse parte de ella los hace muy felices, si no puedes mantenerlo adentro de la casa, es bueno hacerlo de vez en cuando como una forma de mimarlo.
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Cuando viajamos la mascota se queda sola en la casa, tenemos que tener claro quien le va a dar su alimento y paseos.
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Cuidar su higiene tal como los hacemos con nuestros hijos, el baño debe ser a lo menos cada 15 días, si se puede hacer una vez a la semana mucho mejor.
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Los animales también pueden sufrir enfermedades, por lo que el realizar controles permanentes de su salud, ayudará a que el niño no esté expuesto a posibles contagios.
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Si es un perro, escoger una raza que sea amigable con los niños. Enseñarle respeto hacia la familia, esto dará resultado mediante estímulos, por ejemplo el padre puede probar retirándole del hocico un alimento que a él le guste mucho y dándole a cambio un premio por su buen comportamiento, seguidamente se le devolverá su comida, de esta forma, el animal entenderá que no somos un agresor, y más bien somos sus amigos.
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Si bien los animales domésticos son un aporte fundamental para el desarrollo de los niños, hay que tomar algunas precauciones al momento de relacionarse con ellos, pues en caso de una mordedura o arañazo, se corre el riesgo de heridas profundas o transmisión de infecciones, si esto llegara a ocurrir, tenemos que llevar a nuestro hijo al doctor inmediatamente sucedido el episodio.
Cualquier duda por favor consulta con tu médico.